Los titulares de los periódicos resaltan diariamente los actos de violencia relacionados con la guerra contra el narcotráfico. Casi 18.000 muertos en poco más de tres años es el saldo de esa guerra en México; guerra que, realistamente, no se puede ganar.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, señaló que no tiene sentido discutir el tema de la legalización de las drogas si Estados Unidos no opta por ese mismo camino. Pues bien, creo que el señor Calderón está equivocado.
Como en Estados Unidos vive la gran mayoría de los consumidores de estupefacientes de nuestro continente, si allá lo legalizan se acabaría en México el problema del narcotráfico y la violencia asociada a este negocio. Ya en varios estados de EEUU es legal la posesión y consumo de marihuana para usos medicinales –por parte de gente que esté siguiendo tratamientos con quimioterapia–. Y este año se realizará un referéndum en California y otros estados para legalizar dicha droga: son muchos los que asumen que no tiene sentido alguno utilizar recursos públicos en combatir el consumo, y que es más eficaz utilizar tales fondos en la prevención y en el tratamiento de los drogodependientes.
La legalización de la marihuana en Estados Unidos sería extraordinariamente conveniente para México, dado que esa droga es el principal producto de exportación de los cárteles mexicanos: representa alrededor del 60% de sus ingresos. Los cárteles perderían una fuente importante de poder.
Así las cosas, ¿debemos discutir en México la legalización de las drogas? Pienso que es crucial hacerlo, independientemente de lo que haga Estados Unidos. Los dos argumentos centrales son el enorme desperdicio de recursos públicos que representa la guerra contra los narcos, guerra en la que es imposible ganar, y, más importante aún, el respeto a la libertad individual.
Debido a que la demanda de drogas es muy inelástica, la lucha contra el narcotráfico más bien fortalece a los cárteles, que ven cómo aquélla empuja al alza los precios de la droga y, por consiguiente, sus ganancias.
Por otro lado, en una democracia es inaceptable utilizar el poder público para imponer a los miembros de la sociedad tal o cual moralidad, por lo que el gobierno debe reconocer la libertad de cada individuo para elegir lo que más le convenga, incluido el consumo de drogas.
Legalizar las drogas y utilizar los recursos públicos en programas educativos de prevención sería más eficiente que lo que ahora se está haciendo.
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Racionalizando:
Con drogas ilegales que puede pasar?
- El consumo es frenado en medida de la represión. Se existe descontentamiento por la forma de actuar de un gobierno, institución o familia esa represión sera ignorada.
- Existe mala información y manipulación de estudios con relación al mal que hacen determinados tipos de drogas ilegales. Esa falta de conocimiento genera desconfianza y aumenta el uso de drogas como método de prueba individual. TODAS las drogas tienen un limite de tolerancia y algunas no generan dependencia física.
- Mientras mayor es la represión mayor es el precio de las drogas ilegales.
- Mientras mayor es la represión mas organizado es el crimen asociado a las drogas.
- Una mayor represión es proporcional a la inversión publica utilizada en el combate y educación a las drogas. Una importante parte del gasto publico es destinado al combate a las drogas.
- El consumidor es marginalizado y ninguna ayuda o muy poca se le da. Los métodos para recuperar consumidores son ineficaces. El consumidor suele recorrer al crimen para financiar su consumo.
- La represión genera un aumento de la violencia y criminalidad. El precio de la droga y la dificultad de obtención generan mas crimen.
- La represión no logra detener el uso de drogas.
- Aumenta la corrupción y genera gastos publicos muchas veces ocultos al publico.
- El consumo puede aumentar inicialmente. Y el uso de ciertas drogas como la marihuana se vuelven comunes.
- El precio baja considerablemente. Y se el estado financia el consumo la venta desaparece.
- El gasto publico baja considerablemente y es usado mayormente para la producción de drogas a muy bajo precio y mayormente para la Educación y consciencializacion.
- La producion de drogas por el estado es una garantía de calidad y salud al paciente. El adicto gozara de entendimiento personalizado por Doctores y Psicólogos cada vez que busque su dosis. Los consumidores reciben apoyo y drogas en centros especializados. Las familias tienen un mejor acompañamiento del familiar afectado y pueden prestarle mejor apoyo ya que no les robara los trastes de la casa.
- La criminalidad y la corrupción bajan drásticamente. El crimen organizado relacionado con las drogas desaparece por la falta de mercado ya que el Estado asume el papel de suplir drogas para el consumo medicinal.
- El trafico sigue siendo punido por ley.
- Algunas drogas se vuelven de consumo recreativo y medicinal. La Marihuana principalmente.
La discriminalizacion es la forma mas coherente y pacifica y la que salva mas vidas. De eso se trata.
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